Hace poquito tiempo tuvimos el honor de formar parte de la boda más especial del mundo: la unión de Goldie y Jesús; un día de ensueño en el que se vibró el amor y la felicidad de ambos junto a toda la familia y los amigos, que vinieron de diferentes países para compartir y celebrar algo tan especial como fue esta bendición.
Para quienes os resulte novedoso, Goldie y Jesús se conocieron en una ceremonia hace ya siete años. En ese encuentro se enamoraron y desde entonces todo ha ido creciendo, tanto, que a día de hoy tienen a Onawa y Quetzali, ¡dos bendiciones que llegaron a nuestra familia para hacerla más completa y más feliz!
Siempre nos cuentan que cuando se imaginaban el día de su boda sería algo alejado de lo convencional y muy enfocado en la visión de vida y en el proyecto que tienen juntos; un camino basado e inspirado en el amor, en el respeto y en la familia. Y así fue, varios años después allí estaba parte de la nuestra –Merel, Alok y Gaya– (y el resto en corazón y pensamiento), para compartir junto a ellos lo bonito de la vida y la abundancia de tantos sentimientos compartidos.
El enlace entre ambos fue en Mazatlán, la tierra que vio nacer a Jesús. Allí encontraron el lugar perfecto para celebrar un encuentro íntimo; un lugar sagrado junto al mar en el que también se suelen celebran temascales.
La ceremonia en realidad comenzó unos días antes del acto oficial, cuando comenzaron a llegar el resto de familiares y amigos de todas las partes del mundo para ayudar y para construir un templo repleto de armonía y de muchas flores bonitas. Entre todos pusieron de su parte para ayudar, recolectando palmas secas, dando un toque de color a cada rincón, ayudando con la limpieza del terreno, subiéndose a los árboles para decorarlos con atrapa sueños, e incluso preparando su propia música para compartir en los próximos días con todos los invitados.
“Lo cierto es que todo fluyó de forma mágica y sin quererlo allí estábamos, a punto de compartir con toda la gente a la que amábamos el amor que nos tenemos y la familia que hemos construido”, nos cuenta siempre Goldie.
El día de la ceremonia, un altar precioso en forma de mandala situado en el centro del terreno brillaba con luz propia. Decorado con multitud de flores y velas, simbolizaba la unión, la armonía, el respeto y el amor, acompañado de un decorado hecho a mano por todos los invitados con palmeras secas, hojas y maíz.
Por último, el momento de la ceremonia de la mano de su gran amiga Kat.
Goldie y Jesús recogieron el tendido de flores, que representaba una bendición tradicional mexicana conocida como Nawi Ollin, a los que previamente se les había cantado y rezado, y lo unieron con dos bastones. Con esos bastones se les hizo primeramente la bendición a ellos y a todos los invitados después.
A esta hermosa ceremonia le siguió la presentación delante del fuego como pareja oficial; una simbología tradicional en las comunidades nativo americanas, que también se suele hacer con la llegada de un bebé a la familia.
Para acabar de disfrutar de un día tan mágico, Gaya y Alok deleitaron a todos con sus sets de música, con los que pusieron a bailar a todos los invitados durante toda la noche.
Sin duda, ¡una boda de ensueño que jamás olvidaremos!
Gracias Goldie y Jesús por dejarnos formar parte de un día tan especial, nuestras mejores bendiciones para este nuevo camino juntos.
¡Larga vida al amor, aho!
Con cariño,
la familia